Autopistas magnéticas, diseños de carreteras para el futuro

Actualizado el 09/03/2020 | Curiosidades

Autopistas magnéticas, diseños de carreteras para el futuro

Todos nos hemos imaginado en alguna ocasión un futuro al más puro estilo Blade Runner, donde el transporte se realice mediante pequeños coches o cápsulas de propulsión eléctrica sin contacto directo con la vía de circulación, guiados automáticamente y con autopistas a diferentes alturas, por ejemplo. Lo cierto es que estas ideas ya vienen desde muy atrás, hace décadas incluso, y en realidad la evolución tecnológica no nos ha guiado hacia esos caminos hasta el momento.

El diseñador alemán Christian Förg nos propone un nuevo vistazo al futuro, concibiendo las carreteras como una especie de pista de slot donde circularían coches eléctricos de diferentes tipos con una novedad fundamental: el motor para propulsar los vehículos no estaría ubicado en cada unidad de desplazamiento como actualmente, sino bajo la misma carretera. Un único motor situado en la vía para hacer moverse a todos los vehículos.

El Sistema de Transporte para Autopistas de Förg utilizaría una red de motores eléctricos para propiciar el desplazamiento de los futuros vehículos en autopista. Existiría un modo dual de circulación, uno para las autopistas de alta velocidad y otro para entorno urbano donde se minimizaría el gasto energético utilizando motores más pequeños.

Carreteras magnéticas

Muchas ideas de este tipo (absurdas, todo hay que decirlo) han caído en saco roto a causa de la incapacidad tecnológica para desarrollarlas de forma efectiva y sobre todo por el ingente gasto en infraestructuras que habría que realizar para conseguir una nueva movilidad. La idea del diseñador alemán, por su parte, me parece que no es hasta el momento más que un esbozo de solución sin cálculo proyectista ni desarrollo ingenieril, pero por algo se empieza. Cuenta a su favor con que es al menos más realista: los coches actuales podrían coexistir en esta circulación del futuro con los nuevos vehículos eléctricos propugnados por Förg, y las carreteras simplemente necesitarían ser adaptadas de la forma que veis en la imagen inmediatamente superior.

Estos vehículos eléctricos tendrían, como os decimos, un modo dual: para uso urbano, usarían un pequeño motor eléctrico interno de menor autonomía, suficiente en todo caso, y podrían albergar uno o dos ocupantes en un habitáculo configurable para ocupar menos espacio (y peso). Para uso en autopistas (lo que Förg denomina como Speedway Mode), usarían el motor eléctrico externo y el habitáculo se estrecharía haciéndose más alargado para mejorar la aerodinámica, alcanzar mayores velocidades y extremar el cuidado en cuanto a consumo energético.

Concepto carretera speedway

En las autopistas, los vehículos se moverían por un gran motor eléctrico lineal ubicado bajo la propia calzada que crearían una fuerza lineal a lo largo de un estátor, creándose un campo magnético en movimiento que repelería a un elemento conductor situado en el propio vehículo, produciendo de esa manera el desplazamiento. Sería, en concepto, algo muy similar a una pista de scalextric, reemplazando la conexión directa con la pista por el campo magnético. Además, este motor lineal externo recargaría de forma directa las baterías internas del vehículo para así poder estar listo para cuando se use en entorno urbano. De esta forma, sólo se necesitarían reformas en las infraestructuras en autopistas, porque por ciudad circularían con el pequeño motor eléctrico interno, pero estas reformas no significarían que los actuales vehículos tuviesen que dejar de circular por estas carreteras.

¿Ciencia ficción o un hipotético futuro perfectamente asumible para llevar a cabo? Según Förg, la tecnología ya existe y no sería excesivamente costosa esta adaptación de las carreteras actuales. Habrá que verlo, pero me parece que a nuestra forma tradicional de desplazamiento y a nuestras vías tal y como las conocemos hoy les quedan todavía mucha vida por delante, al menos a medio plazo…

Vía: Diariomotor | Wired
Más información: Christian Förg