Pastillas de Freno, cuándo y cómo cambiarlas
Actualizado el 06/10/2017 | Mantenimiento
Las Pastillas de Freno son un elemento de gran importancia para el buen funcionamiento de nuestro vehículo, en este caso en concreto para el sistema de frenado. Por eso es conveniente tenerlas siempre en buen estado y cambiarlas cuando sea preciso. A continuación, te mostraremos cuándo y cómo cambiar las pastillas de freno en tu coche.
Empezamos indicando los materiales que serán necesarios para esta tarea:
- Pastillas de freno nuevas (específicas para nuestro vehículo)
- Guantes (opcional)
- Gato, rampa (u otro elemento para elevar el vehículo)
- Llaves
- Sargento/apretador
Cuándo cambiar las pastillas de freno
Podemos saberlo de diferentes maneras: una de ellas es observando el grosor de las pastillas. Si vemos que ya es inferior a 2mm, ya va siendo hora de sustituirlas.
Muchos vehículos también incorporan un testigo luminoso que avisa cuando es preciso cambiarlas. De todos modos puede fallar (en el sistema de frenos hay cambios de temperatura muy altos y puede ser que se estropee el chivato), así que nada mejor que comprobarlo por nosotros mismos.
Finalmente, si no hemos cambiado las pastillas a tiempo, terminará por rozar el metal con el disco y oiremos el chillido.
Nota: si las pastillas se desgastan por completo, el disco de freno se rayará por el roce con el metal y se estropeará.
Comprar las pastillas de freno
Antes de nada, tendremos que comprar las pastillas de freno nuevas con las que vamos a sustituir las actuales. En cualquier tienda de repuestos de automóvil o similar podemos encontrarlas. Debemos prestar atención y comprar las que necesita nuestro vehículo en concreto, por eso es conveniente consultar a un especialista si tenemos dudas de cuales pastillas adquirir.
Elevar el vehículo
Una vez preparadas las pastillas de repuesto, procedemos a elevar el vehículo. Cambiaremos las pastillas de cada eje, es decir, las de las dos ruedas de delante, las de las dos de detrás o todas.
Podemos elevar todo el eje (por ejemplo, elevamos un lado con ayuda del gato, introducimos un objeto que pueda sostener el vehículo y retiramos el gato. Misma operación en la otra rueda) o también podemos ir haciéndolo de una en una.
Sea como sea, una vez elevado (con seguridad ante todo) procedemos a retirar la rueda del lado por el que vamos a empezar. Podemos observar el esquema completo en la imagen a continuación.
Aflojamos el pistón de la pinza para poder sacarla
Antes de nada, podemos girar la dirección para tener más fácil acceso y poder trabajar cómodamente.
Dicho esto, procedemos a aflojar un poco el pistón (más adelante veremos como meterlo para adentro del todo) ayudándonos con un destornillador plano haciendo palanca entre la pastilla y la pinza.
Sacar los dos tornillos de la pinza y retirarla
La pinza está sujeta por dos tornillos: uno arriba y otro abajo muy fácilmente reconocibles. Para poder sacar la pinza simplemente tendremos que aflojar estos dos tornillos y la podremos retirar sin problemas con la mano.
Procedemos a retirarla para acceder a las pastillas de freno.
Sacamos las pastillas viejas
Con ayuda de un destornillador plano, retiramos las pastillas viejas. No tiene ninguna dificultad, veremos que salen enseguida haciendo un poco de palanca hacia afuera con cuidado. Desenganchar primero la pestaña metálica que las sujeta por la parte superior.
Preparamos las pastillas nuevas
Ahora cogemos las pastillas nuevas que hemos adquirido para nuestro coche. Nos fijamos porque lo más seguro es que incluya una chapita de sujección nueva y también hay que sustituirla. Es muy simple, además podemos ayudarnos viendo como estaba colocada en las pastillas que hemos retirado, para dejarlo igual.
Colocamos las pastillas de freno nuevas
Una vez preparadas las pastillas, las colocamos igual que estaban las que hemos sustituido, introduciendolas un poco ladeadas para enganchar primero en la chapita superior. Una vez enganchadas de arriba, las introducimos por completo, quedando bien ajustadas.
Preparamos la pinza
Ya tenemos las pastillas cambiadas, así que hay que preparar la pinza para poder colocarla. Lo que haremos será comprimir el pistón para poder introducirlo ahora que el grosor de las pastillas es mayor. Es también muy fácil: con ayuda del sargento/apretador y de una pastilla vieja de las que hemos retirado, vamos comprimiendo el pistón como se muestra en la imagen a continuación.
Apretar con fuerza, sin miedo.
Recolocamos la pinza
Ahora ya simplemente tendremos que colocar la pinza, invirtiendo la operación que hemos realizado para quitarla. La colocamos y ajustamos los dos tornillos asegurándonos de que quedan bien apretados.
Volvemos a colocar la rueda
Por último, recolocamos la rueda en su sitio y ya tenemos las pastillas cambiadas.
Últimos pasos
Realizar los mismos pasos con todas las ruedas a las que queramos cambiar las pastillas de freno
Si queremos cambiar las pastillas de otras ruedas, hacemos los mismos pasos. Recordar nuevamente que cambiamos las pastillas de las dos ruedas de cada eje o las cuatro.
Recomendaciones tras el cambio
- Bombear el pedal del freno
- Nos sentamos en el asiento del conductor y pisamos con fuerza hasta el fondo el pedal del freno. Vamos soltando despacio y muy progresivamente. Repetimos la operación como mínimo tres veces. Veremos que con cada vez que bombeamos el recorrido del pedal se va acortando. Una vez hecho esto, ya estamos listos para circular.
- No forzar los frenos durante los primeros 200-300 km.
- Para que las pastillas se ajusten debidamente, es muy recomendable rodarlas, es decir, que durante los primeros 200-300 km. efectuaremos frenadas progresivas, sin pisadas bruscas. Esto alargará la vida de nuestras pastillas.
- No abusar del freno
Un último consejo para cuidar al máximo nuestras pastillas de freno y alargar su duración es que no es conveniente utilizar siempre el freno para reducir velocidad. En muchas ocasiones podemos hacerlo ayudándonos del freno-motor. Y dicho sea de paso, recordar que si estamos bajando una pendiente y no tenemos una marcha introducida estamos gastando tanto las pastillas cuando tenemos que bajar la velocidad, como combustible, ya que en los coches modernos de inyección en ese momento no se inyecta ni una gota de combustible, pero si se hace si llevamos el coche al ralentí.